En el viaje de la vida, todos enfrentamos momentos de estrés y ansiedad. Sin embargo, para algunas personas, estos momentos pueden transformarse en experiencias abrumadoras y paralizantes conocidas como ataques de ansiedad o ataques de pánico. Aunque a menudo se utilizan indistintamente, es importante entender que son dos experiencias distintas, cada una con sus propias características y desafíos.
El caso reciente de la declaración de la actriz Anne Hathaway, puso de nuevo estos temas en el tapete. De hechola actriz hizo una retrospectiva de los desafíos enfrentados durante los primeros años de su carrera, incluyendo un episodio de ansiedad en 2013, el mismo año en que ganó un premio Oscar a mejor actriz protagonista por “Los Miserables”. Esta fase de su vida estuvo marcada por la contraposición entre el reconocimiento profesional y los desafíos personales. La actriz reveló cómo la preparación para su rol en “Los Miserables” y la presión mediática contribuyeron a un periodo de profundo malestar. “Tuve un ataque de ansiedad horrible, estaba sola y no sabía lo que estaba pasando”, compartió Hathaway sobre la dura experiencia que vivió en soledad.
Según destacó el psicólogo especialista en el tema Marcelo Ceberio "la ansiedad es una emoción absolutamente natural en los seres humanos, que no es negativa ya que nos ayuda a ponernos en alerta respecto a activar un eje que nos genera el desafío de movernos para bien y ponernos en alerta. Sin embargo una cosa son los procesos agudos del momento de los crónicos. Si vivimos 24/7 de esa manera nos enfermamos. Y allí hay que tener cuidado porque estamos ante una ansiedad crónica".
-¿Cómo se diferencia del ataque de pánico?
Porque el sgundo conlleva entre muchas otras cosas entre 13 a 14 síntomas: respiratorios, cardiovasculares, sesación de vómitos, sudoración hormigueo en las extremidades, entre muchos otros, además de la sensación de muerte inminente.
Ataques de Ansiedad
Los ataques de ansiedad son episodios de intensa preocupación o miedo que pueden surgir de manera gradual y persistente. Generalmente, están relacionados con situaciones estresantes o desencadenantes específicos, como problemas en el trabajo, relaciones tensas o preocupaciones financieras. Los síntomas comunes incluyen:
-Palpitaciones rápidas o irregulares.
-Sensación de ahogo o dificultad para respirar.
-Sudoración excesiva.
-Temblores o sacudidas.
-Sensación de mareo o desmayo.
-Náuseas o malestar estomacal.
-Los ataques de ansiedad pueden interferir con la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria, pero generalmente no representan una amenaza inmediata para su salud física.
Ataques de Pánico
Por otro lado, los ataques de pánico son episodios repentinos y abrumadores de miedo intenso o malestar extremo. A menudo, no tienen una causa evidente y pueden surgir de manera inesperada, incluso durante momentos de relativa calma. Los síntomas característicos incluyen:
-Palpitaciones rápidas y fuertes.
-Sensación de terror o muerte inminente.
-Sudoración profusa.
-Temblores o sacudidas.
-Sensación de falta de control.
-Sensación de estar desconectado de la realidad.
-Los ataques de pánico pueden ser aterradores y debilitantes, y algunas personas incluso los confunden con síntomas de un ataque cardíaco u otra emergencia médica.
Tanto para los ataques de ansiedad como para los ataques de pánico, existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos pueden incluir:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Una forma de terapia que ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la ansiedad.
Medicamentos: Los antidepresivos, ansiolíticos y betabloqueantes pueden ser recetados para ayudar a controlar los síntomas, siempre de ser necesarios y determinados por el profesional.
*La respiración profunda
*La meditación y el yoga pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
*Ejercicio regular: La actividad física puede ayudar a liberar endorfinas, mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
*Establecer límites: Aprender a decir "no" y priorizar el autocuidado puede ayudar a reducir el estrés y prevenir los ataques.
*Evitar desencadenantes: Identificar y evitar situaciones o actividades que desencadenan los ataques puede ayudar a prevenir su ocurrencia.
En resumen, los ataques de ansiedad y los ataques de pánico son experiencias desafiantes que pueden afectar profundamente la vida de quienes los experimentan. Sin embargo, con la comprensión adecuada, el apoyo de profesionales de la salud mental y la implementación de estrategias de autocuidado, es posible aprender a manejar y superar estos episodios, recuperando así el control sobre la propia salud mental y emocional.
El profesional estuvo con el equipo de Cada Día, mirá la nota
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